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jueves, 16 de abril de 2015

INVERSION SOCIAL EN DESARROLLO HUMANO.

INVERSION SOCIAL EN DESARROLLO HUMANO (PUBLICADO EN EL SEMANARIO DIGITAL "LO SOCIAL" EL 30 DE ABRIL DE 2015.

1.- Distinción entre crecimiento y desarrollo:
La cuestión que trata el presente artículo adquiere hoy en día una dramática relevancia.
En efecto, mientras en los últimos 12 años, el gobierno apostó fuertemente a las políticas de desarrollo humano e inclusión social, hoy vemos como el establishment económico de nuestro país, con la mentalidad corto plazista que los caracteriza, ve como una amenaza para el futuro económico, el déficit fiscal y el incremento del gasto público[1].
Tal como surge del presupuesto nacional 2015 que alcanza la suma de $ 1.251.630,2 millones, el 58,7% está destinado a servicios sociales, dentro de los cuales la mayor parte es seguridad social que comprende el 41% del total del gasto.
Desde nuestra concepción, este gasto, es inversión social, que permitirá un mayor desarrollo, innovación y productividad. Pero lo más importante es que dicho desarrollo redundará en una mejor distribución de la riqueza material, tecnológica, cultural y espiritual de nuestros compatriotas.
Entonces, vemos que existe una discusión sobre el proyecto de país que queremos para el futuro, en donde lamentablemente, los grandes empresarios y gran parte de la oposición, se ubican en un lugar corto plazista que es contrario a los objetivos estratégicos del país en materia de desarrollo.
Dentro del marco señalado, es bueno recordar que para evaluar el desempeño de una política económica, además de medir el índice de crecimiento del PBI y el equilibrio fiscal, es importante medir y ponderar como se realiza la distribución del ingreso.
Existe una estrecha relación entre la distribución del ingreso y variables que son determinantes para medir el desarrollo de un país. En ese sentido, es fundamental analizar el grado de movilidad social ascendente por un lado y la exclusión social por el otro.
La exclusión social implica que quienes se encuentran en dicha situación, deben soportar serios, y en muchos casos, insuperables obstáculos para el ejercicio de su libertad y de sus derechos, como así también implica un grave obstáculo para la formación del capital social.
El término capital social hace referencia a las normas, instituciones y organizaciones que promueven: la confianza, la ayuda recíproca y la cooperación. Va de suyo que una sociedad en donde se va diluyendo la confianza, la ayuda recíproca y la cooperación, va generando fragmentación social, violencia, incertidumbre, conflictividad y anomia. Factores que si se cristalizan, dificultan precisamente el desarrollo y causan una sociedad patológica.
Para medir el desarrollo de un pueblo se tienen en cuenta los niveles de distribución del ingreso, la movilidad social, el desarrollo del capital humano y el capital social.
Por su parte, para medir el desarrollo del capital humano se ponderan los niveles de educación, capacitación, salud y experiencia de la población.
Estas definiciones y distinciones son esenciales, porque en un proyecto nacional y popular, debe privilegiarse siempre el desarrollo, porque es a partir de ahí donde se va a lograr una comunidad organizada e integrada en base a un modelo social solidario en donde impere el estado de justicia social.
2.- La importancia estratégica de fortalecer el desarrollo del capital humano:
En este campo, existe una máxima rectora de las políticas públicas que se implementan en torno al desarrollo social: “Una sociedad sin capital humano no puede crecer, ni desarrollarse sostenidamente.”
En la actualidad, estamos frente a un mundo cada vez más riesgoso e incierto y esto nos exige opciones estratégicas para garantizar el desarrollo humano de las futuras generaciones.
La evolución demográfica, el desarrollo tecnológico y la globalización acelerada causan una intensa dinámica de cambios y ofrecen nuevas oportunidades para el desarrollo.
También existen problemas que no se pueden desconocer. Por ejemplo, el envejecimiento poblacional afecta la productividad de las naciones e implican nuevas demandas para los sistemas de seguridad social, de salud y de educación. Los cambios de matriz productiva han generado fuertes relocalizaciones industriales y desplazamientos de los nichos económicos a nivel mundial.
En ese contexto, las brechas digitales y cognitivas entre países –y dentro de ellos- son un desafío a la igualdad, a la justicia social y también al desarrollo.
En una sociedad donde información y conocimiento se convierten en los factores productivos más importantes, el activo más importante de un país es su capital humano. Fortalecer su desarrollo es clave para lograr mayor inclusión social, movilidad social ascendente y distribución del ingreso.
En consecuencia, para lograr cada vez mejores niveles de desarrollo humano, es fundamental salvaguardar el hombre en tanto integrante de una comunidad organizada. Es decir, que se debe asegurar el derecho al trabajo digno a todos.  Este es el primer capital que hay que tutelar y no el equilibrio fiscal como proponen los economistas de las usinas neoliberales.
3.- El rol de familia en cuanto organización económica y la importancia de políticas de protección social:
En relación al desarrollo del capital humano ocupa un lugar destacado el rol de la familia. La familia, en cuanto organización económica, está recibiendo una atención creciente por su influencia sobre tres factores estratégicos: a) la demografía (clave para el desarrollo sobre todo en Argentina), b) la acumulación de capital de humano y c) la formación de identidad económica de los individuos.
La identidad está dada por creencias compartidas o esquemas cognitivos incorporados a través de procesos de socialización y aprendizaje en organizaciones como la familia y la escuela[2]. Aquí ya se puede observar la singular importancia que adquiere para el desarrollo del capital humano el binomio familia-escuela.
Por consiguiente, desde esta perspectiva, es fundamental fortalecer a las familias y brindarles una eficaz protección social, pues son el primer agente de socialización, de formación de virtudes y de transmisión de cultura de los futuros miembros activos de la comunidad organizada. El desarrollo del capital humano es clave para conseguir el objetivo de un desarrollo humano y económico sostenido.
En este contexto,  hay que mencionar que una media de seguridad social fundamental ha sido la Asignación Universal por Hijo (AUH), la cual incorporó según indican Rofman y Olivieri (2011) cerca de 1,8 millones de hogares y 3,5 millones de niños.[3]
Según estos autores, entre la ampliación de la cobertura previsional a través del plan de inclusión previsional y la AUH mejoraron el índice Gini (índice que mide la igualdad/desigualdad social) en hasta 5,5 puntos, pero la estrella es la AUH que por sí sola explica 2,5 puntos. Un verdadero hito en política de protección social, distribución del ingreso y fortalecimiento de la familia.
Estas importantes y necesarias políticas de protección social están integradas y coordinadas con las políticas tradicionales en el campo de la educación y la salud. Asimismo, están complementadas unas con otras. Un ejemplo de ello, es el plan Conectar Igualdad, que tiene como objetivo fundamental reducir la brecha digital, mediante la entrega de netbooks que incluyen un importante y moderno material educativo para todos los alumnos de escuelas secundarias públicas y pisos tecnológicos y elementos pedagógicos de última generación.
Finalmente, un aspecto novedoso y que debe ser destacado con particular énfasis, es la sanción del decreto   84/2014 el 23 de enero de 2014, que crea el plan PROGRESAR “PROGRAMA DE RESPALDO A ESTUDIANTES ARGENTINOS” cuyo objeto es el de generar oportunidades de inclusión social y laboral a través de acciones integradas que permitan capacitar a jóvenes entre 18 y 24 años de edad inclusive con el objeto de finalizar la escolaridad obligatoria, iniciar o facilitar la continuidad de una educación superior y realizar experiencias de formación o prácticas calificantes en ambientes de trabajo.
Tal como se señala en los considerandos del decreto “Que la mejor política social de promoción e integración es el trabajo y una formación plena de los jóvenes permitirá que los mismos sean los futuros protagonistas del desarrollo en nuestro país.”
Con este nuevo programa se busca resolver uno de los problemas sociales más graves en la actualidad que se verifica entre los jóvenes vulnerables de dicha franja etaria. Este nuevo plan debe contextualizarse dentro de la acertada implementación de la AUH, la mejora del presupuesto educativo, la creación de escuelas y universidades, junto a las políticas de generación de empleo, lo cual permite vislumbrar que el mismo tendrá importantes efectos en el futuro próximo. Ahora en nuestro país existen planes de protección social desde el inicio de la vida humana en el seno materno hasta los 24 años inclusive, un sistema verdaderamente inédito y asombroso.
Hasta ahora, como pesada herencia de épocas anteriores, uno de cada cuatro jóvenes entre 18 y 25 años, tiene un problema de exclusión social combinando su situación laboral y educativa.
Al igual que sucedió con la AUH, considero que la implementación de una política nacional para solucionar la problemática, permitirá que vayan surgiendo también planes complementarios y políticas focalizadas destinadas a situaciones particulares como por ejemplo los jóvenes que se encuentran en situación de riesgo frente a la amenaza de la adicción de la droga, el alcoholismo, el narcotráfico y la delincuencia en general.
Este plan se combina con el acceso a la salud y a la educación lo cual permite realizar un primer análisis positivo. Es necesario también que se complemente fuertemente con el acceso  al deporte, y a la actividad solidaria de manera conjunta.
Un logro extraordinario que debe consolidarse y acrecentarse.
4.- Conclusión:
Por lo tanto, es una cuestión estratégica para el desarrollo sostenido la inversión y el desarrollo del capital humano y social del país.
En ese orden de ideas, la familia considerada en su función económica ocupa un lugar fundamental. Las políticas de seguridad social deben estar destinadas a proteger a las familias más vulnerables de tal modo de lograr cada vez una mayor inclusión social.
Creo que nuestro sistema de seguridad social, está orientado en la dirección correcta. Esto significa que está orientado a lograr mayor inclusión social, redistribución de los ingresos, desarrollo del capital humano y social, especialmente a través de la AUH al fortalecimiento de la familia, factor clave para la Argentina que viene.
Ahora bien, desde la perspectiva estratégica, es fundamental seguir fortaleciendo el rol de la familia. La familia es el primer agente de socialización, el ámbito natural donde se transmiten las virtudes y los valores culturales de un pueblo. Sólo pensando desde un punto de vista económico, este rol que cumple la familia es clave para lograr una mayor productividad a lo largo y a lo ancho de la Nación.
En este sentido, se debe tener especial consideración por el factor demográfico. Argentina es un país que debe fortalecer sus políticas poblacionales, pues la densidad poblacional es aún muy baja y eso puede afectar su desarrollo pleno en el futuro              






[1] Diario La Nación del 16 de abril de 2015, “Un debate sobre como ajustar la economía incomodó a empresarios”.
[2] Fanelli, Jose María, La Argentina y el Desarrollo Económico en el Siglo XXI, Siglo XXI editores, 1ra. Edición, Buenos Aires, pág. 58 y siguientes.
[3] Fanelli, Jose María, La Argentina y el Desarrollo Económico en el Siglo XXI, Siglo XXI editores, 1ra. Edición, Buenos Aires, pág. 317 y siguientes.